3.9.07

tp n° 3: la cosa- esquicio

Miss Gilda.


Estabamos en los lockers. Era el recreo y una de mis amigas tenia que sacar sus cuadernos y libros para la proxima clase. En mi colegio de Lima, nuestros lockers estaban arriba entre clase y clase y el patio del recreo estaba abajo.
Una vez que mi amiga ya tenia sus cosas nos dispusimos a bajar las escaleras para volver al recreo. Pero antes teniamos pasar por las aulas de los profesores. Generalmente en el recreo, al menos que estuvieran corrigiendo algo a ultimo momento, ninguno de los profesores quedaba en el aula, pero ese dia mientras pasabamos por los pasillos de los lockers habia quedado una profesora. Era Gilda: una profesora de literatura fan nº 1 de mi hermano mayor – por ende me odiaba porque NO ERA COMO ÈL- y que mas de una vez en las clases se habia autoproclamado la persona mas hermosa- todo el mundo moria por ella- en su clase cuando cursaba sus estudios secundarios. Cuando pasamos por su aula me sorprendio que todavia siguiera en su clase. Burlandome y mirandola mientras pasaba por su aula, emiti un grito agudo expresando miedo. Mis amigos rieron y todos seguimos caminando. Rapidamente la profesora salio del aula y me llamo. Nos dimos vuelta sin entender mucho cual era el motivo de la llamada de atencion. Una vez frente a ella, la profesora me empezo a gritar diciendome que era una falta de respeto lo que habia echo y que el hecho de que me pareciera fea no era motivo para tal expresion de horror. Mientras hablaba no pude evitar sonreir un poco. No podia creer que un acto tan insignificante e infantil tocara a una persona de tal manera. Evidentemente mi grito habia provocado algo adentro de ella, algo que la hizo dudar de su belleza autoproclamada, que la intimidó y la hizo sentirse pequeña frente a mi- una alumna mas entre miles de millones de iban al mismo colegio. Una vez que la profesora termino su pequeño discurso, entro al aula. Mis amigas y yo seguimos caminando hacia las escaleras. Hablabamos de como era posible que mi opinion: la una alumna por lo menos 10 años menor que ella le importara tanto y haya puesto en evidencia una inseguridad que parecia inexistente. Mas raro me parecia, porque la miss Gilda siempre parecio muy segura de su belleza y aparte me odiaba, y uno no se muestra vulnerable frente a la gente que odia. En ese momento me senti poderosa, como se siente cualquier adolescente en una situacion tal en la que el profesor se ve superado por el estudiante.

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